Dirección General: Jesús Rivera Zúñiga

Líderes Competitivos

Por Lic. Marcos Olivares

LA CLAVE DEL ÉXITO

Cuando decidí escribir acerca del Éxito, lo primero que tenía que hacer era hurgar en la nube y tratar de ubicar mi razonamiento con la de otros autores.

Para mi sorpresa, encontré cientos de definiciones, sin embargo, casi todas fluyen alrededor de un concepto universal. La gente de éxito reúne tres conceptos en común, tales son:  Motivación, Capacidad y Oportunidad. Yo le agregaría Talento, Iniciativa, Tenacidad (Voluntad Férrea) y Hambre de Triunfo.

La conjugación de éstos y bien practicada augura el éxito, sin embargo, según Adam Grant agrega un concepto más: La forma en la que interactuamos con los demás.

Dicho concepto me llamó la atención sobremanera, de tal forma que encontré en su libro Dar y Recibir, la manera revolucionaria de considerar el éxito.

Regularmente asociamos el éxito con el dinero, bienes materiales, poder, placer y otras más, sin embargo, quizás este no necesariamente nos proporcione bienestar y satisfacción personal, principalmente esa paz interior de todo empresario exitoso, convencido de haber dado algo más, sin esperar retribución alguna por esa práctica de la generosidad, que le permite lograr los réditos de su inversión.

A esto se refiere Grant en su teoría, la cual establece que los generosos son más exitosos que los interesados (como el los llama) haciendo hincapié en ambos casos que el objetivo es el mismo, obtener utilidades financieras, la diferencia estriba en las estrategias que emplean para alcanzar sus objetivos.

Y señala que cuando los generosos logran el éxito, ocurre algo muy peculiar: Su éxito se extiende y cae en cascada.

Y cuando los interesados lo logran, alguien pierde.

Puntualiza que los generosos triunfan de tal forma que producen una ola expansiva, incrementando el éxito de quienes lo rodean. La diferencia estriba en que el éxito del generoso crea valor, no solo lo reclama.

Quizás para los empresarios actuales esto suene irreal o de poca confianza, pero les comento que tengo la fortuna de contar con algunos buenos amigos, entre ellos a compañeros Rotarios, de igual manera a otros excelentes seres humanos, quienes han probado y comprobado que ser empresario no esta peleado con la generosidad, por el contrario, su actitud magnánima les ha permitido ir más allá del éxito esperado.

Alguna ocasión tuve la oportunidad de participar en una colecta para apoyar a mi iglesia. Fue un excelente ejercicio, ya que me confieren la oportunidad de coordinar ese esfuerzo, invitando a exitosos empresarios a participar en esta gran obra de generosidad. Magnífica satisfacción experimente. De inmediato acudieron al llamado y la obra se concluyó en tiempo y en forma.

El tema es controversial y digno de análisis profundo, pero habremos de ocupar mayor espacio, el cuál abordaré en la siguiente participación.

Independientemente de lo anterior, he podido constatar que la generosidad es y seguirá siendo un valor humano altruista, que debemos de practicar diariamente.

Veremos más adelante, que no solo es material lo que podemos donar o regalar a nuestros semejantes.

Y en el mundo empresarial tiene muchas aristas que hay que discutir.

Al respecto, he encontrado grandes frases que distinguen a estos hombres y mujeres:

“Dar de sí, antes de pensar en sí”.

Lema Rotario.

“No busco retribución, quiero hacer una gran diferencia y tener impacto y me concentro en la gente que puede beneficiarse con mi ayuda”.

Sherryann Pleese, ejecutivo financiero.

“Si alguna vez no te dan la sonrisa esperada, sé generoso y da la tuya. Nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa, como aquel que no sabe sonreír a los demás”.

Dalai Lama.

Referencia: Dar y Recibir/Adam Grant

Marcos Olivares

8 de marzo 2024